Edmundo Paz Soldán: "Me interesa mucho explorar la espiritualidad"




Mónica Oblitas, Oh, Los Tiempos

Edmundo Paz Soldán no recuerda que nadie lo haya obligado a convertirse en lector, y de ahí, por esos reveses que tiene la vida, luego en escritor. La literatura no se obliga, dice, pero quiere estar seguro de que sus hijos tengan a la mano, como él, una biblioteca bien surtida, para que el camino para el buen leer no les sea difícil y más bien se convierta en una pasión como la que tiene su padre, uno de los escritores más prolíficos y reconocidos de la literatura nacional. Sobre su próximo libro hablamos en esta entrevista.

OH! Empecemos por lo primordial, ¿cómo es el proceso creativo de Edmundo Paz Soldán?
Un poco caótico pero ya me he acostumbrado. Todos los días, al leer un libro, escuchar las noticias, charlar con alguien, digo al menos cinco veces: “ahí hay material para un cuento o una novela”. Veo el potencial, pero eso no es suficiente. Ese potencial se tiene que convertir en obsesión. Pasan las semanas y los meses, y de pronto, entre todas esas historias que peleaban entre ellas, surge una que se impone a las demás. Ahí comienza la escritura misma, pero el proceso se ha iniciado mucho antes.

OH! ¿Cuándo, cómo y por qué te inspiras y lo más importante, cómo haces para que esa inspiración se traduzca en una historia con principio y final?
Todo puede ser fuente de inspiración, el asunto es tener las antenas conectadas todo el tiempo. Traducir esa inspiración generalmente parte de una imagen, de una situación; para alimentar la inspiración, si tengo un tema de, digamos, una novela política, siempre pienso que hay modelos muy buenos en la literatura, el cine, la televisión, de modo que me pongo a leer novelas políticas para ver cómo lo han hecho otros antes que yo (un ejemplo: para escribir Palacio Quemado leí El conformista, de Moravia). Voy apropiándome de cosas de aquí y de allá, a las que añado mi forma personal de ver las cosas, de entender la escritura.

OH! ¿Quiénes son tus referentes?
Están los de siempre, los que descubrí en la adolescencia, que son Borges, Vargas Llosa, Kafka. Y luego están los que me sirven para proyectos específicos. En el último libro de cuentos, Las visiones (que saldrá este abril en una coedición entre la editorial española Páginas de Espuma y Nuevo Milenio), los referentes fundamentales fueron Guimarães Rosa, Rulfo, Cortázar, y algunos autores de ciencia ficción como James Tiptree Jr. y Theodore Sturgeon.

OH! ¿Recuerdas cuál fue el primer libro que te impactó y por qué?
Las novelas de Salgari sobre el pirata Morgan, a los diez años. Fue la primera vez que me fascinó un personaje, quería leer todos sus libros.

OH! ¿Cómo ha cambiado tu vida ser escritor?
No sé si podría responder bien a esa pregunta, porque me siento escritor desde finales de la adolescencia. Lo que sí te puedo decir es que ser escritor es una combinación de vida sedentaria con aventura. Necesitas estar mucho tiempo solo para escribir, pero luego tienes que viajar para informarte, y están los congresos, las ferias del libro, etc. De niño yo pensaba que los escritores vivían todo el tiempo en su escritorio, al lado de su biblioteca, y eso solo es parte de la verdad.

OH! ¿De qué no puedes prescindir en tu momento creativo?
De escribir muchas versiones hasta dar con la clave. Y de lectores críticos del manuscrito, que, cuando todavía no tengo mucha distancia del texto, sean capaces de señalar los problemas y ayudarme a encontrar el camino.

OH! ¿Qué estás leyendo ahora y cómo, en este mundo digital, vas a hacer que tus hijos sean lectores?
Estoy leyendo los cuentos del francés Marcel Schwob, un autor de fines del siglo XIX muy admirado por Borges y Bolaño. En cuanto a mis hijos, lo mejor que puedo hacer es recordar que llegué a la literatura por mi cuenta, sin que nadie me obligue; eso sí, tenía en casa una buena biblioteca. Así que prefiero no obligarles a nada, dejar que ellos encuentren su camino como lectores, pero hacerles ver que la literatura, que los libros, son parte fundamental de la vida de una persona.

OH! ¿Prefieres la tablet o un libro en papel? ¿Por qué?
En papel, por una cuestión de textura, de fetichismo. El libro físico también se me impone más; en la tablet me olvido que tengo manuscritos esperándome. Pero es buena sobre todo para leer los manuscritos de los amigos.

OH! Hablemos de tu próximo libro, las reseñas dicen que estará inspirado en Iris. ¿Es decir que estamos hablando de cuentos de ciencia ficción?
No es ciencia ficción pura y dura. Está mezclada con literatura fantástica, con el género de horror, e incluso con cierto realismo de autores como Rulfo y Guimarães Rosa, muy interesados en narrar la relación entre distintas culturas.

OH! ¿Por qué has elegido este género ahora?
Desde que descubrí a Borges que me interesa la literatura fantástica. Solo que me costó encontrar una forma propia de acercarme al género. Durante mucho tiempo fui un escritor más bien realista, hasta que sentí que eso me limitaba, que había cosas que solo podía narrar trascendiendo el realismo clásico.

OH! ¿Qué has tenido que aprender para este libro?
Me interesaba mucho explorar la espiritualidad de los personas, su relación de vulnerabilidad, de fragilidad con el mundo, sus preguntas acerca de su lugar en el universo. Y eso no se me dio con tanta facilidad porque el tema de lo espiritual no aparecía en libros anteriores (excepto Iris).

OH! ¿Crees que podrías tener la misma inspiración, el mismo talento y la misma forma de crear si vivieras en Bolivia?
Bolivia es una gran fuente de inspiración para mí, pero necesito tener distancia para procesar esas fuentes. Si viviera en Bolivia cambiaría esa distancia, mi relación con el material, así que saldría algo diferente seguro.

OH! ¿Cómo ves el desarrollo de la literatura boliviana?
Estamos atravesando un gran momento, con varios autores con proyectos ambiciosos, con voces muy originales. Nos falta todavía más infraestructura, el apoyo del Estado y la empresa privada, darnos cuenta que la literatura es una red en la que participan no solo los autores sino los lectores, los editores, los libreros, etc. Hay que apuntalar esa red para que los textos excelentes que están saliendo ahora se difundan como se merecen.

OH! ¿La literatura depende de su entorno?
Claro que sí. La literatura es un diálogo constante entre lo universal y lo particular, entre lo esencial y lo contingente. No vivimos en el mundo de las esencias; dependemos mucho de todo eso que está a nuestro alrededor y que configura una manera de entender la literatura.  

Fuente: http://www.lostiempos.com/oh/entrevista/entrevista/20160123/edmundo-paz-sold%C3%A1n-%E2%80%9Cme-interesa-mucho-explorar-la_330628_734813.html

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